Allí he pasado la primera semana de agosto. Ha sido un viaje muy especial para mi por la cantidad de cosas que he hecho por primera vez en mi vida.
Mi primer vuelo en avión: Después de haber estudiado aeronáutica y de estar trabajando en el mundo aeronáutico, reconozco que nunca me había subido a un avión que hubiera despegado. En tierra he subido a varios, pero nunca había volado. Ha sido de lo más emocionante del viaje. Me tocó ventanilla y fui con la cara pegada al cristal durante todo el vuelo. Tan sólo separaba la cara para limpiarme las lagrimillas que se me iban escapando.
La primera vez que estaba en una isla: Como nunca había viajado en avión, no había tenido posibilidad alguna de ver alguna isla. Muy emocionante hacerlo desde un avión.
La primera vez que hacía snorkel: Lo de nadar no es lo mío. Reconozco que nado lo justito como para no ahogarme. De pequeña mis padres me apuntaron a todos los cursillos de natación que había pero no consiguieron que hiciera un largo sin llegar un corcho entre las manos para no hundirme. Lo de abrir los ojos bajo el agua, meter la cabeza bajo el agua sin taparme la nariz, bucear... Eso ya ni por asomo...
Así que el primer día que me puse las gafas, el tubo y las aletas tuve que acostumbrarme al nuevo medio. Al principio me dio un poco de impresión pero conseguí adaptarme y empezar a nadar con el equipo. Así pude ver pececillos, plantas, erizos de mar, un pulpo, ...
La primera vez que estoy en el agua sin hacer pie: Este verano ha sido el primer verano en el que me dedico a nadar por las zonas donde no hago pie. Como el agua me gusta poco, nunca me movía de aquellas zonas en las que hacía pie. Y claro, para hacer snorkel me he movido por zonas con más profundidad de la que estaba acostumbrada.
La primera vez que comía kebab: Y estaba bueno, la verdad.
La primera vez que participaba en una torre humana en el agua: Nunca me había subido a hombros de nadie para hacer una torre humana. Al principio me causó impresión estar tan alta y me costaba mucho subirme pero al final lo hacía como si me hubiera dedicado a eso toda la vida. Nos lo pasamos genial con las torres.
La primera vez que estaba en una playa semi-nudista: En Menorca no hay playas para nudistas y playas para textiles. En la misma playa puede haber nudistas y textiles. Yo siempre iba a playas textiles y me resultó chocante estar con nudistas. Aún fue un poco más brusco cuando mis amigos decidieron practicar nudismo. Al principio estaba muy cortada pero me acabé acostumbrando y al final no me chocaba en absoluto. De todas formas no me uní despojarme de mis vestimentas.
Mi primer baño de barro: Viene muy bien para la piel pero en qué hora se me ocurrió untarme de barro con el bikini puesto... Después del sexto lavado con detergente aún soltaba el agua marrón pero la piel se me quedó muy suave, eso sí.
1 comentario:
Me alegro mucho por tí. Recuerdo que me contaste lo paradójico que te resultaba :D
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